lunes, 5 de mayo de 2014

Flores del Jardín

El cerro Orolonco destaca en la precordillera del norte del valle de Aconcagua, dominando ampliamente el valle. Ubicado al oriente de la ciudad de Putaendo, desde su cumbre se puede apreciar toda la parte alta del valle del río Aconcagua, incluyendo Los Andes por el oriente, San Felipe hacia el sur, Santa María hacia el sureste y Putaendo hacia el oeste.
 
Orolonco viene de las voces picunches ocori (gavilán) y lonco (cabeza; jefe picunche o mapuche); orolonco se traduce entonces como "cabeza de gavilán"
 
 

Este cerro situado al norte de Putaendo, debe su nombre a Orolonco, una princesa indígena, hija de un jefe regional.  Orolonco se enamoró de un guerrero español, Rodrigo Fernández de Araujo, desafiando a sus dioses y a su estirpe, a su pueblo y a su tradición.

En las faldas del cerro se reunía la enamorada princesa con su amado y junto al cerro, Rodrigo le juró volver, cuando se despidió de ella para ir a pelear con el indómito pueblo de Arauco.

Muchas lunas lo esperó Orolonco, pero un día una machi le dijo que su amado había muerto. Es el castigo de los dioses por traicionar a tu pueblo, le dijo la machi, y Orolonco sintió morir su corazón. Entonces, la triste princesa picunche subió hasta la cumbre del cerro a llorar la muerte de su amado y a esperar que sus dioses la llevaran junto a Rodrigo.  Nunca más bajó del cerro y sus lágrimas fueron tan abundantes que formaron la vertiente que aún existe en el cerro.

El pequeño riachuelo son las lágrimas de Orolonco que todavía llora su castigo.

(Versión de Carlos Ruiz Zaldívar, poeta Sanfelipeño)

 




















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